En esta nota te contamos cuáles son los 5 momentos del en el que tu maquillaje tiene que lucirse mejor que nunca y los tips para que puedas removerlo sin problemas. ¡No te la pierdas!
Año Nuevo
Glitter y los brillos parecen ser la tendencia en estos días, y más aún en fiestas como estas para despedir el año. Lograr sacarse este maquillaje puede resultar muy tedioso, por lo que recomendamos usar una loción a base de aceite para que la remoción sea más sencilla y sin dolor. Luego puedes pasarte un algodón con agua micelar y sentir la piel fresca y renovada.
San Valentín
El estilo puede variar pero sabemos que en la boca es primordial llevar un labial a prueba de besos. Los colores en tono mate funcionan a la perfección pero, ¿cómo removerlos? Puedes usar un cepillo de dientes viejo y humedecerlo con un líquido exfoliante, o una mezcla de aceite de oliva y azúcar. Luego no olvides de re-hidratar para que no queden ásperos.
Casamientos
En esta fecha especial, y aún más especial si es la tuya, debes asegurarte de tener tu piel más radiante que nunca. Usa la Máscara Mineral de Vichy y aplica más base que de costumbre para tu maquillaje. Al momento de remover todo, tendrás que tener un buen producto para hacerlo de manera eficaz. Lo ideal es el desmaquillante en crema Vichy Purete Thermal 3-en-1 para arrancar en la zona de ojos y pestañas y luego al resto del rostro. Te sentirás hidratada, limpia y cómoda.
Halloween
En este tipo de festividad, o en cualquier fiesta que decidas disfrazarte, es muy probable que uses maquillaje a prueba de agua. Es clave no fregar la piel intentando remover ese maquillaje teatral que llevas puesto. Para ello usa Waterproof Eye Makeup Remover de Vichy, que ayuda a sacar de manera amigable todo el exceso sin irritar la zona.
Navidad
Las fiestas es un momento ideal para probar nuevos looks pero esta festividad siempre nos encuentra en temperaturas muy extremas. Ya sea con un calor extremo o con una sequedad producto de fríos intensos, la piel está expuesta a cambios climáticos muy exigentes. La mejor aliada es el agua micelar, seguida de una crema hidratante para enriquecer la dermis.