Seguir algunas reglas básicas puede ayudarte a conseguir ese dorado especial sin dañar la piel. Se trata de aprender a tomar sol de forma saludable para aprovechar los beneficios que este tiene pero cuidándonos de sus efectos nocivos. ¡Broncearnos y proteger la piel al mismo tiempo, es posible!
Antes de empezar… ¡siempre usa protector! No importa si es una de las primeras veces que te expones, o si solo vas a tomar unos minutos de sol. Colocarse bloqueador desde el minuto uno, hará que el bronceado sea cuidado y saludable. Busca un FPS acorde a tu piel y opta por un producto especial para tu rostro, cuello y orejas, que son las zonas más sensibles.
Además, ten en cuenta las horas en las que es mejor no exponerse. Entre las 11 y las 15, el sol es mucho más intenso por lo que se recomienda ponerse en la sombra porque existen altos riesgos de quemaduras o manchas. Si de todos modos decides tomar sol, refuerza el protector solar, usa lentes de sol, ponte un gorro o sombrero y bebe mucha agua.
Cuidadito con los tiempos… ¡busca ir de a poco! El clave que, si quieres broncear tu piel sin dañarla, lo hagas de forma paulatina. ¿Acaso viste un dorado perfecto de un día para el otro? Lo mejor es comenzar con sesiones de unos pocos minutos y luego ir aumentando el tiempo de forma lenta. Empezar con 15 minutos, luego media hora, luego una hora completa y así sucesivamente.Por otro lado, recuerda siempre hidratar tu piel luego de la exposición. El sol puede secar la dermis o dejarla sensible, por eso al terminar el día es importante que te duches para quitar todos los restos de protector solar y luego, uses una crema humectante o gel especial post solar. Otro punto fundamental… ¡dieta inteligente! Para conseguir colorear la piel sin daños, es importante ayudar al sol con los alimentos que consumimos. El betacaroteno (que se encuentra en las zanahorias) y el alfacaroteno (presente en el maíz, brócoli y kiwi) son excelentes potenciadores del bronceado. Busca sumar estos alimentos en ensaladas o jugos naturales. Además, incorpora vitamina E y B, presentes en pescados y legumbres, que evitan la descamación de la piel y prolongan el bronceado. Chequea más consejos de los especialistas en esta nota sobre “cómo broncear tu piel sin dañarla” y aprender a broncear tu piel sin efectos dañinos.