NUEVO  Información importante sobre los cookies de nuestro sitio web. Descubrir.  AQUÍ AHORA.

En caso de no hacer nada, se darán por aceptadas las cookies.

Cerrar

OK

OK Cancelar

Gracias

Cerrar

¿Cómo afecta el estrés a la calidad de tu piel?

¿Tu piel tiene una tendencia molesta a irritarse apenas la vida se pone un poco abrumadora? Con el estrés citado como un factor influyente en el 50% de los casos de acné adulto, aquí es cómo tus preocupaciones cotidianas están afectando tu tez. ¡No te pierdas esta nota!

Factores exógenos

Cada día, nuestros cuerpos se enfrentan a innumerables factores exógenos -o externos- que contribuyen a la mala calidad de la piel, como la contaminación, los estímulos de luz y el estrés relacionado con el trabajo. Todo esto contribuye a mantener un zumbido constante en nuestros cerebros que puede ser difícil de calmar y apagar. Para muchas mujeres, la ansiedad y el estrés pueden conducir a patrones de sueño interrumpidos o cortos que, además de tener numerosas consecuencias negativas para nuestra salud, han demostrado afectar la secreción hormonal y, por lo tanto, la calidad de la piel.

Ya sea en nuestro viaje diario al trabajo o al de salir de vacaciones, nuestra piel se pone bajo estrés. El contacto con la contaminación y las bacterias cotidianas (desde la apertura de una puerta, sentada en un banco, incluso con la lapicera de otra persona) se pueden transferir a la piel y causar que los poros se bloqueen, dando como resultado imperfecciones.

Factores neurogénicos

Mientras que los elementos externos pueden afectar nuestra piel, a veces el propio sistema nervioso de nuestro cuerpo es responsable de los problemas también. El estrés se ha relacionado con la secreción de neuropéptidos, como la sustancia P, que estimula el exceso de producción de sebo. Esto conduce a la piel grasa que, a su vez, fomenta el desarrollo del acné.

El cuerpo reacciona al estrés mediante la producción de la hormona esteroide cortisol. Mientras que el cortisol es esencial en momentos de estrés - aumenta el azúcar en la sangre, suprime el sistema inmunológico y ayuda con el metabolismo - un efecto secundario es su naturaleza inflamatoria. Esto puede causar que las paredes de los poros de nuestra piel se inflamen y se descompongan, provocando enrojecimiento y, ocasionalmente, brotes.

Por eso, es importante que cuides la forma en la que te expones a los factores exógenos como la manera en la que te sientes frente al estrés. Intenta ser muy cuidadosa con tu rutina de limpieza y mantente relajada.

go to top
loading : 0,437 sec