A todas nos sucedió alguna vez: salimos a la calle con el cabello peinado, planchado y prolijo, y en cuestión de segundos sentimos cómo se encrespa con un frizz incontrolable. Esto sucede no sólo por el tipo de cabello, sino también por el clima del lugar y por ciertos comportamientos que hacen que nuestra cabellera no luzca del todo bien.
Por eso es clave seguir unos consejos para obtener los mejores resultados antifrizz de nuestras rutinas de cuidado.
Consejos claves para evitar el frizz
Lavado: nunca exageres en la frecuencia de lavado del cabello. Si lo lavas a diario, asegúrate que sea un producto específico antifrizz como el shampoo Dercos de Vichy, que no contiene químicos que afectan la fibra capilar. Lo mejor es lavarse la cabeza día por medio, o cada dos días para que no se produzca el resecamiento típico que lo hace erizar.
Productos de limpieza: en la ducha hay que usar siempre un acondicionador después del shampoo, ya que esto ayudará a que tu cabello esté hidratado y brillante. Pero no hay que exagerar con el producto: usa una pequeña cantidad y colócala desde el medio hasta la puntas. Déjalo actuar por al menos 5 minutos para que penetre bien en la fibra, y el cabello quedará suave, brillante y manejable.
Secado manual: al secar el cabello después del lavado, hay que evitar presionarlo fuerte o secar tirando de manera muy brusca ya que lo único que se consigue es que la cutícula del cabello se dañe. Lo más aconsejable es usar una toalla muy delicada o de material de microfibras y secar con toques suaves para hacer que el agua salga.
Secador: este es el mayor enemigo del frizz, no debes usarlo todos los días y nunca en su máxima potencia. Es mejor utilizarlo en temperatura media y no acercarlo demasiado al cabello. De esta manera, se ayuda a cerrar las cutículas sin quemarlo.
Peines: Elige siempre las cerdas naturales, o peines con dientes separados y gruesos; y úsalos con suavidad. Cuando el cabello esté bien seco, usa un cepillo para darle forma y para modelarlo usa aceites o productos que ayuden a sellar la cutícula y dejar el cabello suave.
Contacto: tocar mucho el pelo es una manía que tenemos todas, y este es uno de los motivos principales por los que se genera frizz. Evita el contacto prolongado.
Peluquería: no abuses de las tinturas, planchas o tratamientos térmicos. Es preferible ir por lo más natural y nutrir el cabello cada cierta cantidad de tiempo para devolverle su vitalidad. Puedes hacerlo en casa o en el salón de belleza sin recurrir a productos químicos.
Si sigues una rutina cuidada y evitas los factores que aumentan el nivel de volumen en tu pelo, podrás disfrutar de un cabello libre de frizz todos los días.