En invierno,¡no olvides empacar tu protector contra los rayos UV! Sigue leyendo para descubrir cómo proteger tu piel del daño solar estacional, desde la arena hasta las pistas de esquí.
¿El sol de invierno broncea la piel?
En invierno, aunque haga fríos, debes estar atenta al cuidado de tu piel. Probablemente sepas que los rayos UV emitidos por el sol se pueden dividir en dos tipos principales, UVA y UVB; pero ¿sabías que no afectan la piel de la misma manera?
Los rayos UVA están presentes todo el año. Siempre y cuando haya luz solar, hay rayos UVA. Como son la onda más larga en el espectro UV, pueden penetrar la piel de manera más profunda; de hecho, el 80% de los rayos UVA alcanzan la capa externa de la dermis, la capa de piel que se encuentra por debajo de la epidermis. Esto los hace responsables de la mayoría del fotoenvejecimiento prevenible, así como del 35% de los cánceres de piel.
Por su parte, los rayos UVB, que solemos asociar con el bronceado, alcanzan su punto máximo en verano y son responsables del 96% de los casos de quemaduras solares. Si bien los rayos UVA y UVB pueden dar como resultado un bronceado inmediato y temporal, sus efectos secundarios varían por lo que, dependiendo de la temporada que sea en el lugar al que vayas, es conveniente empacar un protector solar de espectro completo que te proteja contra ambos tipos de rayos.
Cuidando la piel del sol en invierno
Los estudios han demostrado que la mayoría de nosotros asocia la presencia de la luz ultravioleta con la luz del sol en verano. Sin embargo, se ha demostrado que los rayos UV son capaces de penetrar (y reflejarse) en una variedad de superficies, desde nubes hasta vidrio, lo que hace que el protector sea imprescindible sin importar cuál sea el clima.
Por ejemplo, debes saber que la nieve puede reflejar hasta el 85% de la luz solar, lo que podría dañar tu piel por segunda vez en un solo año si, anteriormente tomaste vacaciones en la playa. También se ha demostrado que la radiación UV aumenta en función de la altitud: entre un 10% y un 15% más cada 1000 metros.
Así que, ¡ya sabes! Los rayos no se toman descanso, y el cuidado de tu piel depende de tí.