Durante la menopausia, tus hormonas sufren muchos cambios
El estrógeno y la progesterona proporcionan luminosidad, elasticidad e hidratación a la piel, por eso nos gustan tanto. Cuando la función ovárica declina, el nivel de estas hormonas merma, algo que no nos gusta tanto.
Durante la menopausia, el desequilibrio hormonal causa una degradación del colágeno y las fibras elásticas, que pasa factura a la elastosis de tu piel. Además, puede producirse una falta de hidratación y una cicatrización más lenta de las heridas. Todo esto gracias a los rayos UV y a que, de vez en cuando, se nos olvida protegernos de ellos.
La reducción de los estrógenos también puede causar una redistribución de los depósitos de grasa, pero una no muy buena redistribución, sinceramente:
- Pérdida de la grasa que sostiene la piel del rostro, el cuello, las manos, los pechos y los brazos, lo que provoca flacidez.
- Concentración de grasa en el abdomen, en los muslos o en los glúteos.
¿Eso es todo? Lamentablemente, no.
También podrías notar manchas marrones e hiperpigmentación.
A los nutrientes y al oxígeno les cuesta llegar a la piel
Además, las glándulas suprarrenales y los ovarios de las mujeres con postmenopausia siguen segregando andrógenos. Estas hormonas, en la ausencia de estrógenos, causan otros síntomas, como una voz más grave, aparición de vello facial, piel grasa y acné. Pero un momento, no queremos decir que te convertirás en un hombre en tan solo unos segundos. Queremos decir que las hormonas son difíciles y determinan muchas cosas tanto en las mujeres como en los hombres, por lo que pueden confundirse y concederte algunas características masculinas, ¡pero no todas!
ELEMENTOS CLAVE QUE RECORDAR
Los principales cambios que afectan a tu piel son la falta de estrógenos y la dificultad de los nutrientes y el oxígeno para llegar a la piel. La piel es un órgano, necesita de todo para funcionar correctamente.
Por eso, prácticamente todos los cambios hormonales afectarán a tu piel, por no decir todos.
